Boletín Nº 99

La situación de Viajes Marsans comienza a esclarecerse ahora, pues según el informe de la administración concursal, que se presentó el pasado 7 de diciembre en el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, Viajes Marsans y sus empresas participadas (las agencias Viajes Crisol y Rural Tours, y el turoperador Tiempo Libre), tenían un agujero patrimonial superior a los 373 millones de euros (sin incluir los créditos contra la masa) cuando entraron en concurso.

Viajes Marsans, la joya del extinto grupo turístico y que este año cumplía su centenario, es la que tiene una deuda mayor, 552 millones, frente a un activo de 281 millones. El número de creedores asciende a 11.409. Las cifras difieren de listado de acreedores que Posibilitum presentó a la jueza, el 30 de junio, Viajes Marsans reconoció 3.420 acreedores que sumaban una deuda de 150,89 millones de euros.

Entre los principales damnificados, figuran turoperadores, cadenas hoteleras, empresas de cruceros y firmas de alquiler de coches. No están incluidos las deudas contraídas con las entidades de crédito, ni las reclamaciones que, afectados pro su desmoronamiento, no pudieron disfrutar de sus viajes a los que no se le devolvió su dinero.

Según el informe concursal, el turoperador Tiempo Libre tiene un déficit patrimonial de más de 61 millones de euros y 2.768 acreedores, mientras que Viajes Crisol, con 2.136 acreedores alcanza un pasivo de más de 25 millones de euros y un activo de 610.000 euros.

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